“CADA COMIENZO TIENE SU PROPIO ENCANTO” – GOETHE
El inicio de año nos sirve como una oportunidad para reflexionar y desear mejores cosas para nuestras vidas (salud, bienestar y balance). Comenzamos con muchas resoluciones porque tenemos la esperanza y el optimismo de que esta vez las lograremos…esa esperanza es el motor que nos empuja a comenzar cosas nuevas, pero también a retomar cosas que se quedan olvidadas en nuestras gavetas porque el diario vivir nos arropó y volvimos a nuestra conducta habitual. Sin embargo, cuando miramos nuestras resoluciones y miramos los mejores ejemplos de comienzos son nuestr@s sat@s. Entonces, antes de hacer nuestra lista de resoluciones, debemos preguntarnos: ¿tenemos buenos modelos a seguir?, ¿estamos incluyendo todos los aspectos de nuestra vida?, ¿estamos tomando en cuenta a nuestra familia, comunidad y sociedad?, ¿cómo podemos colaborar para crear un mundo mejor y ayudar a los más vulnerables?
Comenzar significa salirnos de nuestras zonas de confort y tratar de asumir roles que no nos son fáciles. No obstante, no comenzamos en cero, todos y todas, tenemos historias y experiencias que integrar, que contribuirán en esos comienzos, como los perros/as y gatos/as satos que rescatamos de nuestras calles. Son perros y gatos que han sido testigo de lo indecible de nosotros/as. Han visto nuestra capacidad de ser crueles y negligente, pero lo peor de todo han sido víctimas de la indiferencia de mayoría de nosotras y nosotros. Una indiferencia que se expresa en la falta de ayuda, ausencias de adopciones y la falta de esterilizar. A menudo, estos animales de compañía vienen rotos sin la capacidad de apalabrar los sucesos dolorosos que le marcaron en su cuerpo, mente y alma. Sin embargo, algo extraordinario sucede cada vez que tenemos la oportunidad de ayudarlos. Son comienzos que en ocasiones se dan con facilidad. Hay perros y gatos que llegan a nuestro santuario y reconocen que somos personas buenas que los cuidarán y amarán incondicionalmente, haciendo que boten el cantazo y su proceso de sanación es inmediato. Otros les tomará días, semanas, meses e incluso años para reconstruir su relación con los seres humanos. Los comienzos nunca son iguales para todos y todas ni tampoco tienen un orden. Tendrán sus días buenos y en ocasiones puede que retrocedan a sus conductas de miedo y desconfianza. Como en todos los comienzos, no hay un patrón definido, ya que cada uno tendrá sus propios altibajos y retrocesos, pero lo importante es seguir adelante con paciencia y amor.
Lamentablemente, en Puerto Rico, miles de animales todavía viven sin hogar en las calles. Es por esta razón que hacemos lo que hacemos y debemos de admitir que no hay mejores terapeutas ni historias de recuperación que los sat@s en nuestras calles. Cada vez que los/as rescatamos a uno, aprendemos algo nuevo. Aprendemos que nunca es tarde para comenzar, que cualquier momento es una oportunidad, especialmente cuando se incluye comida deliciosa. Los animales, también nos enseñan, que nunca es tarde para confiar en un desconocido/a. Muchas de nuestras mascotas en nuestro santuario les saludará como si fueran viejos amigos/as. Son el mejor ejemplo de un corazón lleno de amor. Nos enseñan que nunca es tarde para sonreír y darle besos (o lengüetazos) a las personas que más queremos. Cualquier muestra de cariño nos llena el tanque y nos ayuda a tener más perspectivas positivas y bondadosas para nosotras/os mismas/os y para el mundo. Finalmente, nunca es tarde para estar presente. ¿Qué momento podría ser mejor que el que cuando estamos juntos/as? ¿Qué mejor manera en reconocernos en el otro y compartir el momento?
Esto y muchas lecciones valiosas nos enseñan nuestras mascotas rescatadas. ¿Y saben qué? En este nuevo año, una manera de marcar la diferencia sería crear y auspiciar mayores oportunidades para poder ayudar y fomentar esfuerzos colectivos para mejorar el bienestar en Puerto Rico. Es nuestro gran deseo que nuestro país se sumerja en un sentido colectivo de justicia, y responsabilidad. Aspiramos que este año esté lleno de bendiciones y oportunidades para nuestros querid@s sat@s (y si para tod@s nosotr@s también). Debemos quererl@s, ayudarl@s y adoptarl@s ya que cada un@ de ell@s se merece una oportunidad. Deseamos que parte de tus resoluciones sea aportar en esta misión de vida para aclamar que CADA SATO CUENTA por todas las esquinas de Puerto Rico. Los comienzos extraordinarios solo se podrán realizar si nos unimos a cumplir los sueños de todo animal de compañía sin hogar: brindándole nuevos comienzos y una oportunidad.
Úrsula Aragunde Kohl, Psicóloga Clínica, Profesora e Investigadora UAGM, Gurabo
Cristina Adrianza, Psicóloga Escolar, Educadora Compasiva
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